jueves, 2 de agosto de 2018

AMAGUE DE BROTE - EL PRECIO DEL ORGULLO E INSEGURIDAD


El cuerpo es más inteligente de lo que pensamos.  Hasta el cuerpo esclerotico que a la vez es lo suficientemente tonto como para zamparse nuestra mielina, probocandonos un mundo de incertidumbres. 

Decidí dejar de escribir por dos motivos. 

1-  El último gran brote me durmió las manos y ademas de incomodo tardo mas en escribir. 
2- Estoy colapsado de trabajo y me tiro muchas horas en la oficina y frente a un ordenador.  

El primer motivo no tiene arreglo y ya es una secuela que no logre recuperar, pero el segundo punto pudo tener la fácil solución de pedir ayuda a mis compañeros de departamento en el trabajo. 

Después de la baja de 3 meses en el último brote y ante cualquier pronostico, que ni yo esperaba, volví con tantas ganas y fuerzas que empece a trabajar a un ritmo muy alto y sostenido, sin sentir cansancio y aprovechando las fuerzas que me dio el #Ocrelizumab.  
Estaba a tan buen ritmo que a pesar que a mi departamento lo cerraron en Madrid y se lo llevaron a la oficina de Valencia logré, que a pesar de eso, me dejen en el equipo.

Todo parecia perfecto pero llego el día que seguia agarrando más actividades y colapse, el cuerpo se empezó a cansar ya que echaba muchas horas en la oficina, motivo por el que mi mente empezó a ir más lenta, la memoria empezó a flojear y hasta escribir en el teclado fue más lento. 

Mi ex jefe de Madrid que me conoce hace años me daba el consejo, al verme que tenía tanto y estaba estresado, que hable con mis compañeros de Valencia y pedir ayuda con parte del trabajo, pero yo siempre me negue.   
¿Cual puede ser el motivo de hacer eso? El principal, El orgullo !! ¿Si antes podía sacar eso y más de trabajo por qué ahora no podría? No quería ni aceptar que hasta echando muchas más horas para cubrir la lentitud, podía llegar a cubrir todo. 
El segundo motivo la inseguridad. A pesar que desde que enferme la empresa aguanto las bajas y nunca insinuó nada sobre si mi puesto de trabajo podría estar en duda, yo me auto exijo por el fantasma de que si algún día sobra alguien el primero podría ser yo.  



El cuerpo tan inteligente y en este caso, por suerte también generoso,  Me dio un susto, pero a pesar que al principio pense que era un brote, ya en frio me di cuenta que era simple y llanamente estres. 

Leyendo la pantalla e intentando ver un cuadro con información, al principio me era imposible concentrame y seguidamente ya no podía fijar la vista y las letras empezaron a bailar un Vals.  Agarradas una a la otra se movían ritmicamnete dando vueltas y haciendome perder en ese mar de movimientos. 

Suelo ser muy positivo y si tengo un episodio raro tomarlo con calma, pero por primera vez desde que me diagnosticaron, tuve una necesidad que no pude controlar.  Me salí de la oficina y me fui abajo a tomar aire.  Me cruce con una compañera que ya conozco hace 9 años y es como mi "madre laboral" y simplemente me puse a llorar.  No era miedo porque ya me paso varias veces lo de la vista,  los motivos eran otros.  

- Llevaba año y medio sin sustos y me había mal acostumbrado.
- El orgullo herido de verte superado por algo que llevas haciendo hace años. 
- La inseguridad de sentir que podes llegar a sobrar si no cambia la situación. 

Al final mi compañera llamó a mi jefe de Madrid y Él bajo, como no podía ser de otra forma me escucho y me volvió a repetir que no tenga miedo y suelte trabajo a mis compañeros de Valencia.  Que me vaya al hospital y que si me decían que tenía que parar que lo haga sin preocupación. 

El susto duro varías horas pero finalmente todo volvió a la normalidad.  El descanso de 3 días y justo se dio que me tocaba la infusión del ocrelizumab me ayudaron a recuperarme. 

A la vuelta del trabajo el primer paso fue darme cuenta que tenía ayuda de mis compañeros de Valencia, que me dijeron que me acomode y que ya volverían a darme mis cosas poco a poco.  Que no sea boludo, que somos varios y si hay un problema que llame y lo veíamos. 

Mi última duda es, ¿Podré no volver a caer en el orgullo y machacarme yo mismo? 
Lo normal es que me auto exijo y mucho más ahora,  hasta en cosas que son para distraerme como las clases de teatro, que la memoria me puso a prueba, y me fustigue bastante. 

Ya aprendí a aceptar la enfermedad y no me pongo a pensar en lo que puede pasar o dejar de pasar, menos en una cosa que me preocupa,  la perdida cognitiva y de memoria. 

Lo bueno es que me olvido hasta de las cosas que me preocupan :P